Escuela de formación feminista del PSUC: la primera de muchas

La primera escuela de formación feminista del PSUC viu se ha celebrado durante el pasado fin de semana en Santa Coloma de Gramenet. Tres charlas de actualidad y un taller participativo dieron lugar a la jornada, acogida con entusiasmo entre militantes y simpatizantes. Noemí García inició el día hablando sobre los úteros de alquiler y los intereses de lobbies y empresarios en regularizar esta práctica en España. Continuó Arantza Gracia con una ilustradora intervención sobre las políticas feministas llevadas a cabo en Zaragoza y las dificultades reales que entrañan las instituciones para la participación de las mujeres. El broche a la jornada lo puso Amelia Tiganus, de Feminicidio.net, quien con claridad nos explicó la organización de las mafias y el estado entorno a la trata de mujeres. Amelia vio la luz en el feminismo, que le dio las herramientas para formarse y convertirse en la experta que es hoy en prostitución y en los grupos de poder organizados entorno a la esclavización de mujeres alrededor del mundo. Desgarra la entereza con que describe la dureza de su experiencia personal, con el único fin de crear conciencia y proporcionar conocimiento a todas las organizaciones que tenemos claro que la abolición de la prostitución es el único camino posible si queremos caminar hacia la construcción de una sociedad más justa.

Mención aparte merece el taller de diálogo participativo organizado en la jornada, ya que planteó temas en los que es necesario seguir trabajando desde la izquierda: ¿Cómo resolvemos el aparente conflicto entre ciertos sectores de la segunda ola del feminismo y el incipiente feminismo posmoderno? ¿Existe realmente ese conflicto o solamente se pone de manifiesto un cambio de contexto histórico? ¿Qué alternativas a las denuncias proponemos para abordar la lucha contra la violencia machista? ¿Cómo logramos la participación de más mujeres en los espacios de la izquierda? Y es en este último punto donde quiero detenerme, pues es una de nuestras más urgentes y necesarias tareas. Las organizaciones comunistas tenemos el deber de analizar nuestro funcionamiento, desarrollar espacios de cuidados y mecanismos de debate que garanticen la participación de las mujeres militantes y favorezcan la incorporación de más mujeres a nuestros espacios políticos.

Vivimos un momento de auge para el movimiento feminista, por lo que los machistas, asustados al ver sus privilegios cuestionados, contratacan de forma constante y violenta. Tenemos que lograr que no sean impunes, tenemos que seguir formándonos, debatiendo y haciendo llegar la lucha feminista a todos los espacios públicos existentes. Desde nuestra capacidad real de incidencia política debemos construir discurso y hacer llegar a las generaciones venideras la información necesaria para que entiendan que las mujeres no somos un objeto de satisfacción, ni un producto, ni vasijas vacías y que, como apuntó la gran Angela Davis, “el feminismo es la idea radical de que las mujeres somos personas”. Será sólo a través de la lucha integradora y transversal que lograremos erosionar las estructuras de poder patriarcales. Para los y las comunistas es un deber.

M.C.R.

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