La victoria de Alexandria Ocasio-Cortez: Una luz para los desamparados

Por M.C.

 

Noviembre de 2018, Nueva York. Acontece un hecho histórico: Alexandria Ocasio-Cortez supera al republicano Anthony Pappas al ser elegida para el Congreso en las elecciones de medio término durante el absurdo reinado de Trump. Ocasio es parte de Democratic Socialists of America, de origen humilde, criada en el barrio del Bronx y de origen puertorriqueño. La joven congresista se reconoce como parte de la clase trabajadora, aboga por la abolición de los Servicios de Inmigración y Control de Aduanas en Estados Unidos, por el control de las armas de fuego, por apoyar la educación pública y gratuita y critica la política genocida de Israel.

Además, la congresista ha abordado en múltiples ocasiones un problema que parece ser el gran ignorado de América y el simplemente inexistente para Europa: Puerto Rico. La isla es colonia de los Estados Unidos desde que en 1898 España perdiera sus últimas colonias. Fue entonces cuando la isla pasó a ser militarmente controlada por los Estados Unidos hasta que en 1952 se estableciese el estatus de “Estado Libre Asociado”. Desde entonces, son incontables las batallas del pueblo puertorriqueño por reclamar sus derechos, exigiendo que se realice un referéndum que determine la voluntad de los isleños. En 2017 el huracán María azotó Puerto Rico, siendo el segundo huracán más devastador de su historia, dejando a la isla incomunicada durante meses y causando 2975 muertos, según un estudio divulgado por Harvard. Tras esta desgracia, en Europa los medios apenas se hacen eco del desastre y Estados Unidos desatiende por completo a su “Estado Libre Asociado”, dejando así que la situación de sumisión y vulnerabilidad aumente.

Tras la victoria de Ocasio, atendemos a cómo desde ciertos sectores de la izquierda de nuestro país se la critica, minusvalora y menosprecia. “Es imposible que nada bueno pase en los Estados Unidos”; “No me creo nada”; “Todos son la misma bazofia”, son los extensos y rigurosos análisis ampliamente extendidos estos días por las redes. Otros, directamente prefieren obviar su origen, sus posicionamientos políticos y el gran beneficio que puede resultar para los nuyorican (neoyorquinos de origen puertorriqueño) su triunfo. La ridiculización de los análisis más profundos al respecto, la crítica por la crítica e incluso la falta de solidaridad, son el resultado del absoluto desconocimiento de la sociedad estadounidense. Quienes ahora desprecian el triunfo de Ocasio, suelen coincidir con aquellos a quienes Trump les produce la indiferencia más absoluta, considerando que no se diferencia en nada del mandato de Obama (ejemplo que usan recurrentemente) e incluso afirmando que era mejor su liderazgo a la alternativa de Clinton. Estas afirmaciones demuestran una enorme falta de empatía con quienes sufren a diario las consecuencias de la miseria, la marginación y el racismo en los Estados Unidos, porque no, no es lo mismo que un señor con discurso de corte fascista campe a sus anchas legítimamente en el gobierno a que no lo haga. Particularmente simbólico es que tras la victoria de Trump, el Ku Klux Klan se reorganizara en estados dónde estaban invisibilizados y lo que es peor, marcharan por las calles atemorizando a personas todavía traumatizadas por un pasado no tan lejano. Nadie en su sano juicio y mucho menos nadie que se diga de izquierdas puede quedarse indiferente ante semejante aberración.

Desde Europa, parte de la izquierda no sólo parece sentirse cómoda con su ignorancia al respecto, sino que además creen tener la legitimidad para hablar de la clase trabajadora estadounidense como gente estúpida sin capacidad de razonar. Pues bien, es hora de que se enteren de que la realidad allí es distinta a la nuestra, las sinergias entre actores sociales son distintas y las luchas son distintas, pero existen. Es hora de interesarse genuinamente por lo que ocurre en otros lugares del mundo y agradecer a todas y todos los que luchan en condiciones tan hostiles. Gracias Alexandria Ocasio-Cortez. Gracias a todas las personas de los Compton (California), Riverdale (Illinois), Roxbury (Massachusetts), el Bronx (Nueva York), entre muchos otros, que entre miseria, violencia  y marginación, a diario levantan cabeza, se arman de valor y fortaleza y luchan por cambiar su realidad.

Un comentario sobre «La victoria de Alexandria Ocasio-Cortez: Una luz para los desamparados»

  1. Allá por los años 60 del pasado siglo, y en una revista llamada Triunfo se publicó una noticia, copiada de un periódico de los EE.UU. del Norte, que decía que «la CIA mantenía en plantilla, 6 mil periodistas para crear una opinión falsa sobre dicho país, en el resto del Mundo». Dicho esto, se entenderá que a mis 75 años, y después de haber militado en primera línea del PCE en la emigración, el PSUC del 1977 al 83, PCE e IU hasta mi jubilación en 2007, me cueste mucho dar credibilidad a lo que viene del Imperio. Puede ser un defecto adquirido por las circunstancias en las que nos ha tocado vivir, pero nos cuesta mucho, cambiar de opinión a ciertas alturas de la vida. Y pido perdón por ello.
    Salud y República.

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