Por Juan Guil
Las pensiones son un tema central de debate en la Unión Europea. La mayoría de gobiernos que la componen comparten el objetivo de reducir el sistema público de pensiones para potenciar los fondos privados de pensiones. En nuestro país, informativos y tertulias lo han convertido en tema principal, coincidiendo en las conclusiones: será inasumible mantener el sistema público de pensiones por el aumento de la esperanza de vida, y todos están de acuerdo en la necesidad de tomar medidas, mediante recortes de las pensiones actuales y futuras para evitar “males mayores”. La clase trabajadora francesa está dando ejemplo de cómo enfrentarse a la ofensiva de recortes de derechos.
Después de las últimas elecciones europeas, conservadores, socialdemócratas y liberales, mayoría en la cámara, han impuesto un gobierno conservador, con carteras para la ultraderecha. Esto supondrá más endurecimiento de las políticas neoliberales y una mayor presión sobre el futuro gobierno PSOE-Unidas Podemos, si hay acuerdo para su formación.
Quienes están al servicio de los grandes medios de comunicación nos explican continuamente que el aumento del envejecimiento de la población supondrá el aumento del número de pensionistas. Los datos que manejan no son creíbles, sino una proyección inventada sin ningún razonamiento. Los indicadores anuales del Instituto Nacional de Estadística, que depende del Estado, explica que en 1991 había unos 5,5 millones de pensionistas mayores de 65 años, mientras que en 2018 había 8,5 millones. Eso supone un aumento del 35 %. Si estas proporciones las extrapolamos a los próximos 30 años, de 2018 a 2048, suman un total de 11,5 millones de pensionistas, muy lejos de los casi 16 millones que aparecen en las previsiones oficiales. Estas proyecciones inventadas se utilizan para influir en la opinión pública, y no explican por qué en los próximos 30 años se doblará el número de pensionistas actuales, mayores 65 años.
El aumento del envejecimiento está relacionado con la calidad de vida de las personas, basada en una alimentación sana y asistencia sanitaria de calidad. En la última década, las políticas de recortes de los gobiernos de PP CiU han supuesto un gran retroceso de las conquistas sociales y laborales anteriores. Hoy en día, casi el 30 % de la población vive en el umbral de la pobreza, el sistema sanitario ha sido recortado un 20 % en el Estado y un 27 % en Catalunya. Esto es determinante en la esperanza de vida: si continúan los recortes y austeridad, la esperanza vida se reducirá, en lugar de mantenerse o mucho menos crecer, de modo que la proyección del aumento del envejecimiento de la población de más de 80 años que hace el gobierno carece de sentido. Eso sí, todos los voceros de los medios de comunicación repiten como loros el negro futuro de las pensiones públicas.
En 30 años, el envejecimiento no será el mayor problema. Los puestos de trabajo que se destruirán con la digitalización, automatización y robotización transformarán la sociedad. Máquinas y robots sustituirán trabajadores y trabajadoras; según un estudio universitario, el 50 % de los actuales puestos de trabajo serán ocupados por robots y máquinas. Veremos si los avances tecnológicos aplicados a la producción y al trabajo servirán para humanizar la sociedad o para que los ricos multipliquen sus fortunas y su dominio de la sociedad, dejando a la mayoría en la miseria. Se está obviando este debate, sustituyéndolo por el coste de las pensiones; en una sociedad con un enorme nivel de riqueza, el coste de las pensiones será insignificante. Si no se reduce la jornada laboral y se ponen impuestos a las máquinas y robots que sustituyan a trabajadores y trabajadoras, se reducirán las pensiones y el escaso estado del bienestar que queda. Se tiene que aplicar la Constitución: quienes más tienen, más deben pagar. Además, hay que actuar contra la evasión y el fraude fiscal; de lo contrario, el Estado será deficitario y el futuro será brillante para una minoría enriquecida, mientras que la mayoría de la sociedad vivirá en la pobreza.
Vamos a ver, mientras se defrauden mas de 90mil millones de euros al año a la Hacienda de Todos, mientras se regalen a la Gran Banca 60mil millones para que anden mas ligeros nuestros bolsillos, mientras se «adelgace el gasto Sanitario» en nuestro País a costa de peores prestaciones, mientras empeore nuestra Educación año tras años en favor de la concertada, mientras continúan nuestro Prohombres de postín, con cuentas en paraísos fiscales, mientras…….etc, etc.
Que nadie me cuente cuentos para no dormir. Y lo de las Pensiones, no dejan de ser «cuentos para no dormir», o son mas bien para adormilarnos?
Salud y III República.